Autor: Ian

  • 28 AÑOS DE FILTH PIG DE MINISTRY

    Escuchar Filth Pig a los 14 años, y sin ningún conocimiento de la banda, su género o sus antecedentes, es toda una experiencia. Uno es hoja en blanco, y escucha sin prejuicios; me encontré con un disco lodoso, grotesco, furibundo, elegante, e inesperado; algo que impactaría toda mi vida. Los fans que entonces seguían a la banda, desde luego tuvieron una opinión muy opuesta. Firlh Pig fue  un disco difícil y altamente rechazado en su tiempo. 

    Una afrenta de los de Chicago para los fieles fans que habían esperado en este sexto disco, una extensión  del sabor industrial, veloz y filoso de The mind is a Terrible Thing To Taste  o su famoso Psalm 69. Fue la respuesta abierta de Al Jourgensen a sus fans, donde proponía una dirección totalmente opuesta a la esperada.  Alguna vez el cubano declaró al respecto “Filth Pig no es precisamente Psalm 70”.  Este disco decepcionó a mucha gente; hasta la fecha sigue siendo motivo de escándalo para los Metalievers más enfermos. 

    Contrario a las expectativas,  Filth Pig fue un disco que se deshacía de las veloces baterías electrónicas, las epilépticas guitarras industriales muteadas, y la intensidad de sus samples; las 10 canciones de este disco que además se caracterizan por ser dramáticamente más lentas.  !Un suicidio comercial  pues!. Como si Shakira sacará un disco de ranchera. 

    Sin embargo, en su totalidad  Filth Pig es un disco exquisito. Se ve como carne muerta cocida por el sol, huele a huesos quemados, se oye a un perro borracho loco, enfermo de las amígdalas. Lento y furioso; al oído, todo este hermoso disco es un paseo tenebroso por zonas oscuras y sucias. “Three… two… one… roll five” comienza la abridora Reload. Y los sonidos descompuestos de la batería, la extraña guitarra y la voz horrorosa de Al,  evocan a un viejo demente que sale en su carcacha a atropellar todo lo que ve.  

    El paseo sigue con Filth Pig, que da el nombre al disco. Si hay algo que ha caracterizado a Ministry desde siempre, y que en este disco no pudo fallar, son las letras groseras y soeces, pero con una carga de crítica social irónica y bastante inteligente. Parecen simples ladridos de un homeless encabronado, pero no.  

    Algún tipo espeluznante sigue preguntando
    -¿Cómo diablos duermes por la noche?
    Con un sueño roto y una esperanza prestada que murió

    Los samples siguen siendo en este disco, fundamentales para el sonido de Ministry, pero son usados con mucho menor frecuencia y mayor astucia. “Nunca tuve una vida, ni siquiera sé qué es la vida. ¿Tu si?”. Dice una grabación que se repite hasta el final de “Crumbs”. Una salvaje crítica al clásico perfil del norteamericano amante de las armas, violento y conservador, pero sumiso y empequeñecido a la vez.

    Le siguen piezas inigualables e inquietantes, como la enorme Gameshow, (mi favorita). Una canción de pesadilla que comienza con remates marcados de bajo, batería y guitarra, y poco a poco se descompone en armonías tenebrosas pero llevadas incesantemente por guitarras distorsionadas que se apagan, y que luego alternan hasta que la voz de Al Jourgensen dice “Cortando fotos de una revista, … sonrisa de papel pero no de ti para mí”, y otras frases tristisimas; mientras la batería alterna con arreglos de toms hasta que despega majestuosa en el coro. ¡Qué cosa!

    Filth Pig contiene también el que sería uno de los sencillos del disco, y que en 1995 se promovería en video. Lay Lady Lay; una canción original de Bob Dylan, cuya aparición sigo sin comprender, pero que algún motivo tendrá. 

    Es común en muchos artistas, saber que pasan por periodos de introspección, donde comúnmente apuestan por corrientes distintas a las usuales. Independientemente del rollo comercial, la necesidad de estos artistas por someterse a un drenado interior de todos sus “demonios” y esas cosas, a menudo resulta en obras que desconciertan, pero son sumamente ricas. Si Filth Pig es el disco más introspectivo de Ministry, me imagino que lo que Jourgensen debió estar viviendo entonces estuvo grueso.

    Como referencia, basta afirmar que Filth Pig es un disco de tal magnitud, que en 10 canciones Ministry logró con plenitud algo que Nine Inch Nails apenas atisbó en Downward Spiral; un nivel estético que bandas como Rammstein llevan toda su trayectoria intentando alcanzar. Algo que Rob Zombie ni en pastillas lograría. IMPERDIBLE.

    Filth Pig fue publicado el 30 de enero de 1996, y distribuido por Warner Bros Records, un disco de Metal Industrial, más orientado al Doom y Sludge metal. Chocoso y grotesco de oír, pero bellísimo.